16 de Mayo, 2025
Por Constanza Pistone
¿Cinteamos hoy?
Ubicado en pleno Palermo, CINTA Proyecciones es una propuesta que nació del deseo de volver a reunirse para ver cine, y que terminó revolucionando el ritual purista del séptimo arte al sumarle una fórmula inesperada: un living al aire libre, tragos y buena comida.
“CINTA se convirtió en un juego, algo que vengo buscando hace mucho tiempo; y que es mucho más dificil de lo que creía”, cuenta Luca Cappanera, uno de los fundadores del proyecto, junto a Tomás, Cata y Dani. Lo que comenzó como una tradición entre amigos —ver películas cada domingo por la noche— se transformó en una experiencia compartida y abierta al público.

- ¿De qué trata la experiencia de ir a ver una película al aire libre? ¿Es solo proyectarla o hay algo más?
- "Cuando planteamos esta idea pensamos en que teníamos que tener algún distintivo. Lo pensamos como una experiencia, algo más integral. Cuando vos entrás todo está pensado para que quien vaya, sienta que está viviendo algo que inicia desde que subís la escalera. Intentamos que todo tenga una lógica estética narrativa: dependiendo de la pelicula o del ciclo temático que proyectemos, depende cómo decoramos, iluminamos y qué música pasamos previamente. Se trata de que puedas tomarte un trago al aire libre, fumar, comer, escuchar música y después disfrutar de la película con una breve introducción del ciclo que estamos pasando y por qué nos parece interesante."
- ¿Qué tipo de público suele asistir?¿Qué buscan que sienta o experimente al asistir a sus funciones?
- "Nuestro target principalmente son jóvenes de entre veinte a treinta y cinco, pero a veces tenemos la fortuna de que una nieta lleve a su abuelo o a una mamá y que la experiencia sea más familiar. En general, van parejas, amigos, mucha gente a conocerse a citas… por eso apostamos a pasar películas tipo comedias románticas o películas que colaboren al target al que apuntamos. Y también películas que creemos que la gente tiene que conocer. Intentamos que los espectadores se sientan parte de CINTA, acogidos y bienvenidos como en el living de su casa."
- ¿Cómo seleccionan las películas que proyectan?
- "CINTA empezó con una visión del cine que era presentarle a la audiencia directores y directoras que creemos que tienen una visión del mundo interesante y exhibir ese arte con la gente que nos acompaña. El año pasado se hacía un ciclo de un director por mes, después pasamos a hacer dos y cuando llegamos a más funciones llegamos a tres directores por mes. Ahora estamos trabajando con ciclos temáticos: en febrero hicimos el mes del amor y desamor; y en marzo hicimos dos directores y un ciclo temático sobre cine argentino por el 24.
El primer mes de CINTA fue de Tarantino porque creemos que es la puerta de entrada al cine y así como creemos que todo tiene que tener una lógica estética narrativa también creemos que nosotros de alguna manera le abrimos primero la puerta a la gente al cine con clásicos que nos meten en un mundo que tanto amamos."


¿Cuáles han sido los mayores retos de hacer cine al aire libre?
"Yo soy un purista del cine y creo que la experiencia si bien es espectacular bajo la luna y las estrellas, hay algo de empezar a invertir en determinados equipos para garantizar que sea una experiencia beneficiosa. Tuvimos que invertir en parlantes porque hay días en que Palermo está explotado, los locales ponen música, pasan policías o camiones… y respetamos el cine y queremos que la gente goce de la experiencia. Y por otro lado, el frío. Nosotros empezamos con frío en julio del año pasado y tuvimos que comprar mantas y calefactores."
Desde su experiencia, ¿cómo creen que ha cambiado la relación de las personas con el cine a raíz del streaming?
"El cine como lugar ha caido en un momento casi que apocalíptico porque al tener las películas en una computadora, tablet o celular, la gente prefiere eso antes que comprar una entrada, prepararse y salir, que hace a la experiencia del cine un rito. El cine que se produce hoy en día cambió abismalmente por la necesidad de ganancia de las plataformas. Es decir, teniendo en cuenta los algoritmos y para que gusten al espectador más que por una necesidad autoral del director o guionista."
¿Ven su proyecto como una forma de resistencia cultural frente al consumo rápido y solitario de contenido?
"El cine como templo está sufriendo un momento bastante complejo porque el mundo en el que vivimos es muy voraginoso y fugáz. Eso hace que nos hayamos acostumbrado más a TikToks que a peliculas largas y que hayamos abandonado ese ritual de ir al cine. Sería muy egocéntrico decir que somos una resistencia, pero creo que eso intentamos. Me conmueve que así sea porque amo el cine profundamente. Espero que seamos un lugar que empiece a impulsar nuevamente a las personas a ver cine y películas que nos dejen más preguntas que respuestas, ya que el cine de hoy nos deja más mensajes directos que oblicuos. Creo que la experiencia cinematográfica es más bella y enriquecedora en conjunto y la felicidad solo es posible cuando es compartida."
¿Tienen planes de expandirse a otros lugares o hacer eventos temáticos especiales?
"Sí, tenemos muchisimas ganas de expandirnos. En verano estuvimos en Uruguay. Queremos expandirnos no solo a otros lugares sino también a otras artes: hacer eventos que tengan que ver con la música. Hicimos varias noches de vinilos y queremos seguir haciéndolos."