14 de Abril, 2025
Por Gala Vicente

Después de lo que pareció una eternidad de teasers y un anuncio de disco que pasó desapercibido, el nuevo single de Lana Del Rey, Henry, Come On, por fin está acá. Es difícil saber si Lana está al tanto del revuelo que genera con cada cosa que lanza, pero lo cierto es que la canción llegó y trae exactamente eso que esperamos de esta nueva etapa suya, introspección, costumbrismo poético y una estética que ya no necesita gritar para hacerse notar.
“Henry, Come On” se siente como una extensión natural de la Lana madura y contemplativa que escuchamos en Blue Banisters y Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd. Pero ahora suena como una figura subterránea salida de algún rincón de Louisiana, con una familia, una casa silenciosa, y la sensación de que ya no busca nada más que paz.
“Henry, Come On” se siente como una extensión natural de la Lana madura y contemplativa que escuchamos en Blue Banisters y Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd. Pero ahora suena como una figura subterránea salida de algún rincón de Louisiana, con una familia, una casa silenciosa, y la sensación de que ya no busca nada más que paz.
La letra reflexiona sobre las decisiones que tomamos en una relación, preguntándose si los sacrificios son inevitables cuando se trata de hacer que algo funcione. Es un retrato de la vida simple, esa que para algunos puede sonar aburrida, pero que para otros es todo.
Y, como siempre, la entrega vocal de Lana es hipnótica. Su voz se quiebra justo en el momento perfecto, como si conociera con exactitud el límite entre el drama y la verdad. Pero esta vez no hay giros inesperados ni riesgos musicales, es Lana en su zona de confort, vestida de cowgirl, con el corazón en la mano y la producción en modo minimalista. No necesita más.
Henry, Come On confirma que Lana Del Rey está en una nueva etapa. Una donde ya no necesita encarnar a la “sad girl”, ni romantizar la cultura americana como lo hacía en sus comienzos. Ahora su sensibilidad se posa sobre las cosas pequeñas, un vaquero solitario, un gesto de cortesía, una cocina en silencio. Quizás su próximo disco The Right Person Will Stay nos cuente más.
Y, como siempre, la entrega vocal de Lana es hipnótica. Su voz se quiebra justo en el momento perfecto, como si conociera con exactitud el límite entre el drama y la verdad. Pero esta vez no hay giros inesperados ni riesgos musicales, es Lana en su zona de confort, vestida de cowgirl, con el corazón en la mano y la producción en modo minimalista. No necesita más.
Henry, Come On confirma que Lana Del Rey está en una nueva etapa. Una donde ya no necesita encarnar a la “sad girl”, ni romantizar la cultura americana como lo hacía en sus comienzos. Ahora su sensibilidad se posa sobre las cosas pequeñas, un vaquero solitario, un gesto de cortesía, una cocina en silencio. Quizás su próximo disco The Right Person Will Stay nos cuente más.