28 de Junio, 2025
Por Gala Vicente

En 2009, Stuart Murdoch, alma de Belle and Sebastian, decidió abrir una nueva puerta creativa con God Help the Girl, un proyecto que mezcla música, historia y sensibilidad cinematográfica. Lejos de ser un simple disco paralelo, se trata de una especie de diario musical que más tarde cobraría vida en formato de película, estrenada en 2014.
Las canciones siguen el recorrido de Eve, una joven escocesa que atraviesa un colapso emocional y termina internada en una clínica psiquiátrica. Pero lo que podría ser simplemente una historia triste, se transforma en algo brillante, honesto y con un aire vintage gracias a las voces femeninas, en especial la de Catherine Ireton, y a los arreglos orquestales que suenan como si Phil Spector se hubiera mudado a Glasgow.
Murdoch, fiel a su estilo, no solo compone canciones, sino pequeños retratos emocionales. A lo largo del álbum, Eve explora su identidad a través de la música, el deseo, la melancolía y el amor. Temas como “Come Monday Night” capturan con dulzura esa sensación de domingo eterno, de rutina gris y pensamientos obsesivos que a veces no nos dejan dormir. Otros, como “Hiding Neath My Umbrella”, se sienten como si estuvieras viendo un musical con los ojos cerrados, solo guiado por la voz y el piano.
Dentro del repertorio hay también reversiones de temas conocidos por los fans de Belle and Sebastian, como “Funny Little Frog” y “Act of the Apostle”. Esta última abre el disco con una nueva atmósfera: más íntima, más cinematográfica, como si fuese el primer capítulo de una novela cantada.
Las canciones siguen el recorrido de Eve, una joven escocesa que atraviesa un colapso emocional y termina internada en una clínica psiquiátrica. Pero lo que podría ser simplemente una historia triste, se transforma en algo brillante, honesto y con un aire vintage gracias a las voces femeninas, en especial la de Catherine Ireton, y a los arreglos orquestales que suenan como si Phil Spector se hubiera mudado a Glasgow.
Murdoch, fiel a su estilo, no solo compone canciones, sino pequeños retratos emocionales. A lo largo del álbum, Eve explora su identidad a través de la música, el deseo, la melancolía y el amor. Temas como “Come Monday Night” capturan con dulzura esa sensación de domingo eterno, de rutina gris y pensamientos obsesivos que a veces no nos dejan dormir. Otros, como “Hiding Neath My Umbrella”, se sienten como si estuvieras viendo un musical con los ojos cerrados, solo guiado por la voz y el piano.
Dentro del repertorio hay también reversiones de temas conocidos por los fans de Belle and Sebastian, como “Funny Little Frog” y “Act of the Apostle”. Esta última abre el disco con una nueva atmósfera: más íntima, más cinematográfica, como si fuese el primer capítulo de una novela cantada.