13 de Noviembre, 2024.
Por Gala Vicente y Lara Castillo

Teníamos que escribir sobre Jeff Buckley. Es algo que queríamos y sentíamos que necesitábamos hacer. Aunque su vida fue breve, ya que murió a los 30 años ahogado accidentalmente mientras nadaba en el río Mississippi (mientras trabajaba en su segundo álbum), dejó una huella imborrable. Solo lanzó un álbum de estudio, Grace, pero su legado está lleno de rarezas, caras B y mucho más. Aunque parece que explotaron su legado hasta el límite, en su caso, estos lanzamientos realmente valen la pena. Entre temas inéditos, demos y versiones alternativas, su música sigue resonando.

Grace se lanzó en 1994, justo en pleno auge del rock alternativo. Aunque tuvo éxito comercial, lo más importante fue el impacto que tuvo en otros músicos contemporáneos como Chris Cornell o Thom Yorke. El álbum incluye diez canciones que combinan rock con una sensibilidad pop en las melodías vocales, además de elementos de blues, country y folk, con un toque místico que lo hace único.

Es un disco que va más allá del rock, tiene una atmósfera especial que lo distingue. Aunque su sonido es diferente al de bandas como Soundgarden, The Smashing Pumpkins o Stone Temple Pilots, siento que comparten algo en común que trasciende el estilo. Es difícil de explicar, pero es esa frescura, esa novedad, ese arte que va más allá de la música, que roza lo místico.

Sus guitarras, armonías y matices lo hacen especial y diferente a todo lo demás. Más que un álbum cohesivo, es una colección de temas que, aunque se intentó compactar en un formato, brillan por sí solos. Este es un pequeño homenaje a uno de nuestros músicos y vocalistas favoritos, y esperamos que sea una puerta de entrada para quienes quieran explorar su increíble universo.