10 de Septiembre, 2024
Por Gala Vicente

Siempre estamos buscando música que no solo suene bien, sino que también ofrezca una experiencia emocional y conceptual, hoy hablamos de un álbum que nos capturó por completo, un álbum con el que sentís que estás flotando constantemente.
Lanzado en 2019, Titanic Rising es un verdadero tesoro de la música indie y pop. Natalie Mering, la mente detrás de Weyes Blood, nos lleva a un viaje nostálgico con un sonido que mezcla influencias del pop de los años 70, la psicodelia y el folk de una manera cautivadora.

La portada de "Titanic Rising" de Weyes Blood es una obra visualmente impactante que captura la esencia del álbum perfectamente. Diseñada por Natalie Mering y Christopher M. Brown, muestra a Mering flotando bajo el agua en su habitación, rodeada de tonos azulados y turquesas que transmiten la inmensidad del océano.


Lo que más atrapa de "Titanic Rising" es su capacidad para capturar la fragilidad de la vida moderna y los sentimientos de apocalipsis y decadencia con una producción cuidadosamente elaborada. Desde el primer acorde, te sumergís en un universo sonoro que combina sintetizadores y cuerdas con melodías melancólicas que resuenan profundamente.
Canciones como "Something to Believe" y "Andromeda" son ejemplos perfectos de cómo Weyes Blood puede transformar la introspección en algo interpelante.

Las letras de Mering, reflexivas y a menudo poéticas, abordan temas universales de búsqueda de significado y escapismo, todo envuelto en una atmósfera que recuerda a la música de Karen Carpenter y Kate Bush, pero con un giro contemporáneo.
No solo es una experiencia auditiva excepcional, sino también una reflexión profunda sobre nuestra era y nuestros anhelos.