11 de Junio, 2025
Por Gala Vicente

Sabrina Carpenter lo hizo de nuevo. Con el estreno del videoclip de “Manchild”, no solo reafirma su lugar como una de las figuras pop más importantes del momento, sino que nos da uno de los videos más increíbles de los últimos años. Bajo la dirección de Vania Heymann y Gal Muggia, el clip es una verdadera joya visual, una mezcla entre sátira, road movie y homenaje al cine estadounidense, con casi 36 cambios de vestuario que duran apenas segundos, y una producción que roza lo cinematográfico en cada plano.
Desde que arranca, el video nos lleva por un viaje surrealista por el western americano, en el que Sabrina se cruza con una sucesión de hombres patéticamente encantadores, todos incapaces de acompañarla realmente. Hay escenas que parecen salidas de Thelma & Louise, Big Fish o incluso It Happened One Night, con un tono que mezcla humor, ironía y una clara narrativa de empoderamiento femenino. Lo interesante es que Sabrina nunca cae en la revancha violenta; su forma de ganar siempre es irse, seguir o avanzar.
Desde que arranca, el video nos lleva por un viaje surrealista por el western americano, en el que Sabrina se cruza con una sucesión de hombres patéticamente encantadores, todos incapaces de acompañarla realmente. Hay escenas que parecen salidas de Thelma & Louise, Big Fish o incluso It Happened One Night, con un tono que mezcla humor, ironía y una clara narrativa de empoderamiento femenino. Lo interesante es que Sabrina nunca cae en la revancha violenta; su forma de ganar siempre es irse, seguir o avanzar.
Lo más genial es cómo la historia está contada sin subrayar demasiado nada: todo es sutil, inteligente, cargado de símbolos, pero con ese toque liviano y divertido que la caracteriza. Sabrina ya venía generando mucho entusiasmo con sus últimos lanzamientos, y este videoclip —sumado a la producción de Jack Antonoff y la composición junto a Amy Allen— marca un nuevo capítulo que tiene todo para ser icónico.
En definitiva, Manchild es una obra visual impresionante, divertida y completamente coherente con el universo que Sabrina viene construyendo: uno donde la vulnerabilidad convive con el humor, y donde las mujeres son las protagonistas absolutas de su propio camino, aunque sea en un sillón con ruedas atravesando el desierto.
En definitiva, Manchild es una obra visual impresionante, divertida y completamente coherente con el universo que Sabrina viene construyendo: uno donde la vulnerabilidad convive con el humor, y donde las mujeres son las protagonistas absolutas de su propio camino, aunque sea en un sillón con ruedas atravesando el desierto.