1ro de Julio, 2025
Por Constanza Pistone
El jueves pasado, Anna Wintour sacudió el universo fashionista al anunciar que dejará su histórico cargo como editora en jefa de la edición estadounidense de Vogue. ¿Estamos ante el fin de una era?
Reconocida por su look impoluto de anteojos oscuros, flequillo y Chanel, la magnate de la moda–quien trabaja en Conde Nast desde 1983– sólo estaría dejando uno de los tres puestos que tiene en la empresa cerrando un capítulo histórico de tres décadas. Eso sí: Wintour no se retira del todo. Continuará como directora de contenidos globales de Condé Nast, supervisando revistas como Vanity Fair, Wired, Allure; y a cargo de la dirección editorial global de la propia Vogue.
Reconocida por su look impoluto de anteojos oscuros, flequillo y Chanel, la magnate de la moda–quien trabaja en Conde Nast desde 1983– sólo estaría dejando uno de los tres puestos que tiene en la empresa cerrando un capítulo histórico de tres décadas. Eso sí: Wintour no se retira del todo. Continuará como directora de contenidos globales de Condé Nast, supervisando revistas como Vanity Fair, Wired, Allure; y a cargo de la dirección editorial global de la propia Vogue.
Wintour indicó que buscaría un jefe de contenidos para American Vogue, pero reafirmó que no se iba a ninguna parte –ni ella, ni su icónica colección de Clarice Cliff!
Hija del editor británico Charles Wintour de Evening Standard, Anna comenzó su carrera en Londres y fue nombrada editora de Vogue UK en 1985, destacándose por su mirada audaz y juvenil. Apenas tres años después, asumió el trono en Vogue US y transformó la revista en la máxima autoridad del estilo contemporáneo. En su primera entrevista con la entonces editora, Grace Mirabella, no titubeó al expresar su deseo por el puesto de alto rango.
Durante su reinado, llevó tanto a modelos como a celebridades a la portada, desdibujando la línea entre moda y cultura pop. Impulsó la estética ‘high-low’ combinando alta costura con prendas accesibles, y convirtió a Vogue en una institución cultural y curadora de tendencias globales.
La alternativa de un nuevo camino editorial para Vogue US significa una ventaja para Wintour y la administración de los proyectos y mercados globales de Conde Nast. Una vez que renuncie al título de editora jefa, esa posición dejará de existir y en su lugar se creará “jefe de contenido editorial”, un cargo nuevo en American Vogue, que dependerá directamente de ella. Y sí, ella continuará a cargo de la Met Gala.
Hija del editor británico Charles Wintour de Evening Standard, Anna comenzó su carrera en Londres y fue nombrada editora de Vogue UK en 1985, destacándose por su mirada audaz y juvenil. Apenas tres años después, asumió el trono en Vogue US y transformó la revista en la máxima autoridad del estilo contemporáneo. En su primera entrevista con la entonces editora, Grace Mirabella, no titubeó al expresar su deseo por el puesto de alto rango.
Durante su reinado, llevó tanto a modelos como a celebridades a la portada, desdibujando la línea entre moda y cultura pop. Impulsó la estética ‘high-low’ combinando alta costura con prendas accesibles, y convirtió a Vogue en una institución cultural y curadora de tendencias globales.
La alternativa de un nuevo camino editorial para Vogue US significa una ventaja para Wintour y la administración de los proyectos y mercados globales de Conde Nast. Una vez que renuncie al título de editora jefa, esa posición dejará de existir y en su lugar se creará “jefe de contenido editorial”, un cargo nuevo en American Vogue, que dependerá directamente de ella. Y sí, ella continuará a cargo de la Met Gala.
